Se viene el invierno y tener el hogar calefaccionado no es una tarea simple. El docente de las carreras de Electricidad de Duoc UC Valparaíso, Mauricio Gómez, nos entrega un par de consejos.


 

¿Qué debo considerar para mantener mi casa calefaccionada en invierno?

 

1) Conocer los tipos de calefactores:

Al elegir el calefactor para tu hogar deberás considerar:

  • Costos: de adquisición o compra, operativos, de instalación (de ser requeridos), de mantención.
  • Contaminación (interna y externa): emisión de gases contaminantes por la combustión de hidrocarburos, el dióxido de carbono, el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, los óxidos de azufre.
  • Efectos en la salud, ya que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, enfermedades cardíacas, etc.
  • El material de la vivienda (si se encuentra con aislado térmico o no), las dimensiones, la ventilación.
  • Con una potencia adecuada al tamaño, necesidad de la vivienda y que cuenten con certificación de la SEC.

 

2) Conocer los tipos de calefacción:

  • Parafina: relativamente económicas, no se recomienda para ambientes pequeños.
  • Gas licuado: son casi más potentes que una a parafina. El rango calefactor que tienen es 40 m2.
  • Gas natural: utiliza un combustible más barato que la parafina o el gas licuado, para espacios más grandes, entre 30 y 50 m2.
  • Leña: gran capacidad calórica y usan combustible barato, pero contaminante. Apto uso en recintos amplios bien ventilados.
  • Pellet de madera: compuestos de aserrín comprimido, a diferencia de la leña produce menos emisiones contaminantes.
  • Eléctrica: su poder calorífico es menor y con un gasto mayor en electricidad. El uso es recomendado para habitaciones pequeñas. No contamina como los calefactores anteriores.

 

3) Conocer los beneficios que entrega el acondicionamiento térmico de la vivienda

Conservar el calor generado en el interior de la vivienda reduce el consumo de energía destinada a calefaccionar el espacio. Reduce las emisiones contaminantes, lo que favorece a la calidad del aire y por ende la salud de las personas, además de proteger nuestros recursos naturales.

 

4) Preparar la casa, para evitar que salga el calor

La aislación térmica resulta imperativa para disminuir el consumo de energía por noción de calefacción.

  • Aísla techos y muros, que son lugares donde se produce la mayor pérdida de calor.
  • Sella puertas y ventanas (burletes o sellos poliméricos), así evitarás corrientes de aire.
  • Controla el nivel de calefacción (20°C es suficiente).
  • Materiales aislantes para viviendas: Poliuretano, Celulosa, Lana de vidrio, Lana mineral, Poliestireno expandido.

 

5) Evita la contaminación intradomiciliaria

De preferencia selecciona calefactores por: electricidad, gas natural o pellet, ya que contaminan menos.

  1. Identifica las fugas de calor (puertas, ventanas, marcos, etc.) y mejora la aislación en cielos y muros.
  2. Verifica la instalación de varios equipos eléctricos para una casa y que cuente con el amperaje necesario, no sólo puede causar cortes de energía que impidan el funcionamiento de los aparatos, sino que puede dañar el equipo.
  3. ¿A mayor calefacción, mayor humedad? Así es, cuando utilizamos la calefacción lo que hacemos es calentar el aire y, cuanto más caliente esté el aire, mayor capacidad tiene para contener vapor de agua, por eso es necesario ventilar.