Tecnología y ahorro, tanto en el uso de energía, agua e insumos como también de tiempo, son las claves detrás de la mayor demanda por adquirir aparatos que agilizan las tareas de cocinar, como freidoras de aire, ollas eléctricas, termohervidores, máquinas de pan y termocirculadores. 


 

En los últimos dos años ha habido un aumento considerable de la demanda de algunos electrodomésticos de cocina que, por variados motivos, se han vuelto más relevantes para la decisión de consumo de los hogares. Primero fue la pandemia la que llevó a muchos chilenos a acercarse al “arte de cocinar” y buscar nuevos aparatos que los ayudaran en esa tarea, y luego el factor económico pues suponen un ahorro en energía, agua e insumos.

“Dados los altos niveles de inflación, los consumidores han buscado alternativas para reducir los costos en el consumo de los hogares y ahí es donde productos como las freidoras de aire y máquinas de pan tienen un alto protagonismo”, señala Martín Lalor, gerente comercial de Kitchen Center, quien añade que en el caso de las freidoras de aceite, las ventas, al menos en la empresa, han tenido un crecimiento de 87% el último año.

Precisamente, el caso más reciente y llamativo para Diego Romero, gerente de Negocios Hogar Falabella Retail, son las freidoras de aire, ya que han tenido un incremento del consumo de dos o tres veces respecto de 2019. “Este año el crecimiento se vio impulsado por el incremento en el precio del aceite a nivel mundial, generando un ahorro a los hogares”. Por ejemplo, añade, estas generan un ahorro de consumo de aceite que puede superar el 80%.

Por su parte, Axel Maldonado, docente de Duoc UC Alameda, asegura que las ventajas de los nuevos electrodomésticos en torno a lo energético son superiores respecto los métodos tradicionales o equivalentes.

En las freidoras de aire, los alimentos son preparados con hasta un 90% menos de aceite.

Por productos, Martín Lalor destaca que las freidoras de aire son una buena opción, ya que los alimentos son preparados hasta con un 90% menos de aceite, son fáciles de usar y limpiar, no causan olor debido a que el aire o el vapor que expulsan es infinitamente menor que el de las freidoras tradicionales. “Con una cucharada de aceite se logra el mismo objetivo de fritura que en freidoras normales, ahorrando litros de consumo de aceite”, recalca.

En el mercado es posible encontrar diversas opciones de tamaños y de precios. Por ejemplo, Romero dice que existen modelos entre $40.000 y $150.000, mientras que Lalor cuenta que para una familia numerosa se puede optar por una con capacidad de 5,5 litros, mientras que para hogares más pequeños puede ser de 3,5 litros.

El ahorro energético de una multicooker puede ser de 70% versus métodos tradicionales.

Al calcular las diferencias en montos, Maldonado ejemplifica que hacer papas fritas con una freidora de aire promedio de 1.500 W y una capacidad útil de 3,5 kg tiene un costo de $18 mil considerando el consumo de una vez al día por 30 días, contemplando tiempo de cocción, energía consumida y costo del proceso; mientras que la misma preparación pero en un sartén freidor para aceite de una capacidad útil de 3,5 kg supone un costo de $187.500 considerando tiempo de cocción, cantidad y costo del aceite, gas, uso de encimera y costo del proceso.

Otra opción son las multicooker, ollas que ahorran mucho tiempo al cocinar y en ahorro energético puede ser hasta un 70% menos versus métodos tradicionales. Romero indica que los precios fluctúan entre $80 mil y $120 mil dependiendo del tamaño y funciones.

Los precios de las máquinas de pan fluctúan entre $40.000 y $120.000.

Sobre las máquinas de pan, Lalor dice que “además de poder generar ahorros en la canasta familiar, uno puede jugar con diferentes variedades”. Un kilo de harina cuesta entre $1.200 y $1.500 y se requieren unas 3 tazas para hacer pan en la máquina, mientras que un kilo de pan comprado en el comercio puede superar los $2.000.

Los termohervidores optimizan el proceso de hervir y mantener la temperatura del agua.

Los termohervidores son para Maldonado la solución a la optimización de un proceso, pues junto con hervir el agua, mantiene su temperatura, con lo cual no es necesario encenderla cada vez que se quiera agua caliente, ahorrando en energía. El valor promedio es de $30 mil para 2,5 litros de capacidad.

Los termocirculadores permiten cocinar a bajas temperaturas y constantes, preservando los nutrientes y con un mayor rendimiento de los productos al minimizar la merma del producto, lo que permite controlar de forma precisa las cantidades de porciones y costos, afirma Armando Briceño de Tempux, quien agrega que esto permite mejorar la rentabilidad por la ausencia de pérdidas de peso en los productos. “El consumo de energía que demanda la cocina de precisión es más económico que el gas pues no gasta más de $150 hora”.

 

*Nota publicada en El Mercurio.