Con tanta demanda, algunos inescrupulosos falsean el kilometraje original para vender rápido y a mejor precio.


Ante la escasez de autos nuevos, muchos se han aventurado -quizás por primera vez- a cotizar usados. Las ventas en este segmento, de hecho, se han disparado.  “Hay mucha demanda y eso también ha permitido que se transe cualquier cosa. Uno debe tener cuidado”, advierte el ingeniero Cristian Cornejo, responsable de productos de Autofact, empresa que analiza y entrega reportes sobre el historial de vehículos usados. Es clave, recalca, corroborar que el kilometraje no esté adulterado: este registro provee información crucial respecto del uso del auto, y por supuesto, su desgaste.

– ¿Es frecuente esta mala práctica en Chile?

– “Sí, hay varios inescrupulosos que cometen esta falta. Las personas prefieren un vehículo que tenga menor kilometraje recorrido, entonces es más fácil venderlo. Muchos les piden adulterar el kilometraje a especialistas con conocimientos, para facilitar el proceso de ventas y lograr un mejor precio”, asegura. Los autos tienen dos tipos de odómetros que cuentan los kilómetros recorridos: los analógicos y los digitales, incluidos en los modelos más nuevos.

– ¿Cuál cuesta más adulterar?

– “Con los análogos la intervención es más directa y es lo que más se veía antes. Con los digitales -que usan un software y mayor tecnología- intervenirlos cuesta más, pero igual se puede hacer. De hecho, es lo que más sucede ahora”.

– ¿Por qué es importante fijarse en este detalle?

– Un odómetro adulterado puede afectar la seguridad de los pasajeros del vehículo, porque no se le hizo una buena mantención a las piezas que correspondían y eso puede significar fallas. También se daña la inversión del vehículo. El kilometraje es súper relevante: un vehículo debería recorrer anualmente entre 15.000 y 27.000 kilómetros; este registro dice qué mantenciones el vehículo recibió y qué ajustes se deben ir haciendo en el tiempo.

El ingeniero mecánico Walter Adrián, docente del Departamento de Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María, aconseja que lo primero es fijarse en la marca, año y el modelo del vehículo. “Con esos datos, puede consultar en el parque automotriz los kilometrajes que podría tener”. Un auto de varios años con muy poco kilometraje podría ser sospechoso. Lo segundo es hacer una exhaustiva revisión de las partes. “Fíjese en los pedales de freno, acelerador y embrague: un auto con bastante kilometraje tiene las gomas de los pedales gastadas. Revise la bisagra de la puerta del chofer. Esto se puede hacer abriendo la puerta. Luego debe tomarla del marco y moverla. Si la puerta se mueve significa que las bisagras están gastadas”, alerta. También sugiere revisar el estado genérico del motor. Por ejemplo, si está sucio o con pérdidas de aceite. “No es normal y tampoco correspondería a un vehículo con bajo kilometraje. Otra recomendación es ver cómo quedan las llaves de encendido en la chapa de contacto. Si las llaves quedan sueltas en la chapa, significa que el auto ha sido usado mucho. Si quedan apretadas, es porque se ha usado poco. También revise el estado del tablero de instrumentos, por si suena mucho al andar”.

El ingeniero en mecánica automotriz y autotrónica César Galaz, docente de Duoc UC, coincide en que la clave es observar bien partes y piezas. “Ver si los pedales tienen un uso excesivo, si visualmente se nota una decoloración de las piezas o de deterioro producto del mismo uso. Hay personas que ocupan cubrevolante para proteger el desgaste, pero los asientos o pedales acusan lo contrario”, manifiesta. “Esto se ve mucho en las camionetas diésel, que son vehículos de trabajo. Me atrevo a decir que ocho de cada 10 camionetas tienen el kilometraje adulterado. Por eso es aconsejable asesorarse antes de comprar”, subraya. En la misma línea, Cornejo enfatiza los detalles de la inspección visual: “Revise que el manubrio, asientos, palancas o botones no tengan un desgaste; por ejemplo, que el volante no tenga rayas o que el cuero esté desgastado. Si es un odómetro análogo, fíjese en que no esté intervenido y que no le falte un tornillo o esté suelto. También puede hacer un escáner, que le da información del kilometraje real del auto”, indica.

En Autofact venden minuciosos informes respecto de la historia de un vehículo. “Con sólo saber la patente podemos acceder a distinta información. Por ejemplo, tenemos un apartado de registro de revisiones técnicas oficiales, que permite acceder a información sobre el kilometraje que registran. Eso te permite tener una historia de los kilómetros que fue teniendo el vehículo”.

El informe cuesta $6.990.“Hay mucha demanda y eso también ha permitido que se transe cualquier cosa”, indica Cristian Cornejo, de Autofact.